sábado, 15 de octubre de 2016

Revisando actividades tradicionales según Bloom

Transformar una actividad tradicional, de explicación magistral y ejercicios del libro de texto, en otra completamente diferente que permita adquirir las mismas competencias pero dando protagonismo al alumnado.  Sin duda un reto importante, que implica unas altas dosis de trabajo por parte del docente, pero que puede conseguir unos resultados más que satisfactorios.
La taxonomía de Bloom es un concepto del que había oído hablar pero del que desconocía con exactitud en qué consistía.  Incluso ahora, después de haber leído sobre el tema y trabajado alguna actividad para adaptarla, me resulta algo complejo en algunos puntos.  
Desde luego, la idea de partida es más que lógica: pasar de una actitud semipasiva del alumno, que recibe información, la procesa internamente para después expulsarla cuando se le solicite vía examen o vía trabajo, a una actitud totalmente activa, en la que debe buscar la información por diversas fuentes, cuestionarlas, procesarlas, evaluar su validez, reflexionar sobre ellas y plasmar su aprendizaje de una forma mucho más elaborada.
Fuente: http://www.imageneseducativas.com

¿Es factible conseguir este cambio actitudinal del alumno?  Sí, pero no es ni mucho menos fácil.  Siguiendo el esquema de la pirámide de necesidades de Maslow, creo que lo conveniente es ir subiendo de nivel de forma escalonada.  Si se pretende cambiar drásticamente la forma de trabajar con el alumnado para que sea completamente innovador de repente, lo más probable sea encontrarse con un rechazo frontal por su parte, al creerse incapaces de dar ese salto y preferir mantener el esquema de trabajo habitual con el que se han encontrado completamente cómodos hasta ese momento.
Considero que debe ser un proceso natural y evolutivo.  No sirve de nada que un profesor, en su asignatura, decida aplicar los cambios si el resto del claustro no se implica, si en cursos anteriores no se han dado ya pasos en ese camino, y si no existe una planificación para el futuro.  La implantación de los cambios que sugiere Bloom debe implicar un cambio metodológico en la forma de afrontar el proceso docente, pero no en un curso concreto, sino a lo largo de toda una etapa.  Los alumnos deben acostumbrarse a trabajar de otra manera, y eso no lo consigue un "quijote" luchando en solitario contra los gigantes, sino una convicción firme por parte de un equipo docente que entienda y asuma que es una forma de trabajar diferente, pero válida y efectiva, que pone al alumno como protagonista de su propio proceso de aprendizaje y que éste debe asumir como el método a utilizar para desarrollar al máximo sus capacidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario