domingo, 13 de noviembre de 2016

Y finalmente... el proyecto completo

Llega el final del camino... o más bien de esta primera etapa.
Después de mucho pensar, de programar, de decidir qué podía ser más adecuado, he plasmado en un proyecto final la forma que he considerado más apropiada para voltear la actividad elegida para el mismo.
Como ya os he ido contando en entradas anteriores, el objetivo era conocer los derechos y obligaciones de trabajadores y empresarios, dentro de una unidad temática más amplia que tocaba otros aspectos como la evolución histórica del derecho laboral o las normas que lo regulan.
Al final, la forma que le he dado ha sido un vídeo con la información, con preguntas que faciliten su comprensión por parte de los alumnos, y la elaboración de un vídeo en el que recojan casos reales en los que se incumplan (o cumplan) todos esos derechos y deberes que han analizado, y que también han recogido en un tablero Padlet.
Este sería el proyecto completo, que comparto en formato pdf:
Personalmente, me gusta el resultado que he obtenido.  Sin duda será mejorable, aunque será con la experiencia, una vez lo aplique en la clase, cuando mejor podré valorar en qué es más flojo y cuáles son sus puntos fuertes.  Cuento con las opiniones dadas por otros compañeros durante la coevaluación del curso, que reafirmaban el trabajo realizado indicando su satisfacción con lo que les exponía; aunque no había propuestas de mejora, probablemente al no ser docentes de la misma especialidad, sí que reconocían el esfuerzo que se había dedicado al proyecto, y dejaban esa puerta abierta a encontrar aspectos a mejorar.  Les agradezco sus aportaciones.
Y como he dicho al principio, final de la primera etapa.  Ahora toca aplicarlo en clase, y voltear otros contenidos, en otras asignaturas y en esta, que por supuesto hay más unidades temáticas a impartir, y esto no ha hecho sino comenzar...

viernes, 11 de noviembre de 2016

Evaluando proyectos

Como es lógico, tratándose de una actividad de formación, llega el momento de las notas.  En este caso el artefacto TIC que he diseñado en el apartado anterior es el que va a ser objeto de evaluación.
Lo primero que he tenido que hacer ha sido elaborar una especie de dossier explicando el contexto y el proceso en el que se desarrolla la actividad a la que se aplica el artefacto.   Para ello se puso a mi disposición una plantilla con unos apartados que, desde luego, ayudaban bastante a organizar bien las ideas a exponer.
Para valorar el proyecto se recurrió a la coevaluación.  Básicamente consiste en que cada uno de los alumnos valore el trabajo de varios de sus compañeros, escogidos de forma aleatoria.  Esto proporciona una gran utilidad, ya que, si se hace con la necesaria rigurosidad, va a ser excrutado con los ojos de un igual, con lo que su opinión acerca de tu trabajo no solo será profesional, sino que aportará probablemente ideas nuevas y críticas constructivas con las que mejorar lo que hayas hecho.


Así, yo he recibido la valoración (anónima) de varios colegas al tiempo que he evaluado el trabajo realizado por otros tres de ellos. 
Como ya he dejado entrever, la principal utilidad que le encuentro a la coevaluación es el poder recibir una retroalimentación muy interesante sobre tu proyecto, mientras ayudas con tus ideas y sugerencias a otros compañeros en los suyos (y, por qué no decirlo, de paso le echas un ojo a formas de trabajar diferentes, a ideas que a ti no se te han ocurrido, a herramientas que desconocías, a artefactos que puedes adaptar a tus necesidades... Vamos, que puedes aprender de todo y de todos a poco que te lo plantees).
En mi caso particular, los proyectos que tuve que evaluar me permitieron precisamente eso, ver otras ideas que yo no había barajado para trabajar, incluso alguna forma de organizar el tiempo especialmente interesante.  Y de las valoraciones recibidas, además de la agradable sensación de que te reconozcan tu trabajo como bueno, algunas sugerencias para retocar pequeños aspectos y conseguir una experiencia más completa.
La cuestión ahora es: ¿ha servido de algo todo esto?  Han sido varias semanas de trabajo duro, de asimilar conceptos, de ver nuevas perspectivas, de pensar cómo rediseñar lo que vienes haciendo y cambiar tu forma de entender y de impartir las clases para transformarlo en una experiencia atractiva y que rompa la barrera que muchas veces aparece entre profesores y alumnos y que impide que éstos adquieran todos los conocimientos que pueden necesitar en su vida futura.  ¿Y para qué?  ¿Realmente voy a utilizar lo que he aprendido en este curso en el día a día de mis clases?  Bueno, esta pregunta es fácil de contestar, sí que lo voy a utilizar, si está a mi alcance.  Redefino la pregunta: ¿Realmente estoy en condiciones de utilizar lo que he aprendido?  ¿Es suficiente?  ¿Me siento capacitado para voltear mis clases? 

Pues creo que "sí, pero...".  Sí puedo utilizar lo que he aprendido, puede ser suficiente para comenzar a experimentar y dar la vuelta a mis clases, y creo que estoy capacitado para ello, porque he aprendido a verlo desde la perspectiva adecuada, a planificar, a darle un significado a todo lo que programe, y a evaluarlo convenientemente.  Pero... esto solo es el principio.  La profesión docente, si por algo se caracteriza, es por no permitir el inmovilismo.  Si siempre haces lo mismo, quedas anticuado y desfasado de forma rápida.  Y no me refiero solo a contenidos, sino también a procedimientos.
Estamos en una sociedad completamente digital, formas de trabajar y de conseguir los objetivos que hoy nos parecen tan normales hace apenas un lustro casi ni se podían entrever.  La tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso, y es constante la aparición de nuevas aplicaciones, utilidades, ideas, que cambian nuestra forma de ser y estar.  Y si realmente queremos formar a nuestros alumnos para ser buenos ciudadanos (y en mi caso, en formación profesional, buenos trabajadores en su actividad laboral) no tenemos otra opción más que actualizarnos e implementar en nuestra tarea diaria esas formas distintas de comunicar y comunicarnos.
Por eso digo que solo es el principio.  Es suficiente para empezar, pero no es suficiente para continuar, pues se trata de un proceso sin fin, siempre habrá más posibilidades, más alternativas, mejoras a aplicar...  Cuando uno es mínimamente perfeccionista y además procura hacer las cosas lo mejor que puede y sabe, por decencia personal y profesional, nunca deja de lado el perfeccionamiento de sus capacidades.  Creo que todos los que hemos participado en este curso somos un claro ejemplo, si no fuese así no nos hubiésemos molestado (ni nos hubiese importado lo más mínimo) en enrolarnos durante estos dos meses en esta aventura.   

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Desarrollando el proyecto (II): diseño de un artefacto TIC

Hace un par de entradas os mostraba el vídeo interactivo que he editado para que los alumnos, desde casa, pudieran acceder a los contenidos teóricos de la unidad didáctica a trabajar.
Recordemos que se trataba de una primera unidad acerca del derecho del trabajo, y ya en ella, tras conocer la evolución histórica y los diferentes tipos de normas aplicables a la relación laboral, se daban a conocer los derechos y obligaciones que tanto trabajador como empresario disponen.
Toca ahora la parte divertida, el trabajo en equipo en el aula.  Para ello he diseñado una actividad que tienen que realizar, utilizando herramientas tecnológicas, que ayude a aposentar lo que han asimilado ya en el vídeo.
Los alumnos tendrán que buscar casos reales, publicados en diferentes medios de comunicación (tanto prensa como televisión, aunque la búsqueda la realicen en las correspondientes páginas web), en los que se informe de cumplimientos o (me temo que sobre todo) incumplimientos de los derechos laborales de unos u otros.  Irán recopilándolos en un tablero Padlet, para tenerlos disponibles y evitar que se repitan los mismos casos.
Tras esto, por grupos, comienza la elaboración del artefacto TIC.  Consistirá en grabar un vídeo en el que expongan lo que han encontrado, pero dándole formato de programa de televisión.  Podrá ser un informativo, dando noticias; o un programa de reportajes, como si fuese "Comando Actualidad" o "Más Vale Tarde"; o cualquier otro que se les ocurra y que sea coherente (está claro que no valdría un "Gran Hermano"...).
Así tendrán que preparar un guión con el contenido, elegir quién será el presentador o entrevistador, quiénes los entrevistados, recrear escenarios...  Para ello podrán utilizar el aula si lo estiman oportuno, donde hay espacio para poner mesas grandes, al estilo de las que aparecen en los noticieros.  La grabación la harán con sus propios móviles o con una cámara de vídeo digital de la que dispone el centro educativo.
Una vez grabadas las imágenes, tocará editarlas.  Un buen programa para este proceso es PowerDirector, que permite hacer transiciones, poner títulos (y subtítulos) e incluso añadir de forma simultánea varias pistas de vídeo (y también de audio o imágenes estáticas), jugando con el tamaño de las mismas (por ejemplo, una de fondo y otra en forma de recuadro más reducido en una esquina).  Sin excesivos conocimientos, pueden conseguirse resultados realmente espectaculares.
Ya está creado el artefacto TIC.  Solo queda subirlo a una plataforma de vídeos (YouTube, Vímeo, DailyMotion...), y verlos conjuntamente en clase, comentándolos y fomentando un debate acerca del grado de cumplimiento de los derechos y obligaciones en el mundo laboral real.
El hecho de integrar la tecnología en el desarrollo de las actividades permite, entre otras realizaciones, mejorar la calidad de la enseñanza.  El modelo SAMR (Substitution, Augmentation, Modification, Redefinition) mide el grado en el que esa tecnología que introducimos implica un cambio metodológico o crea nuevas oportunidades de aprendizaje.
En el desarrollo de este proyecto se va pasando por diferentes niveles del modelo SAMR conforme se realizan actividades, hasta alcanzar el de Modificación con el artefacto generado: existe un cambio metodológico al ser los alumnos los que buscan y procesan la información, creando nuevos contenidos para presentarla (un vídeo elaborado por ellos mismos) utilizando para ello diferentes tecnologías; al tiempo que trabajan de forma diferente, al valorar de forma crítica la información que han encontrado en lugar de simplemente escuchar una reflexión por parte del profesor.

Otras herramientas para hacer vídeos interactivos

Sin duda, la posibilidad de confeccionar tus propios vídeos interactivos para permitir a los alumnos el acceso a los contenidos de una asignatura desde su casa es una de las formas más eficaces de captar su atención, de motivarles hacia el aprendizaje y sobre todo ayudarles a seguir aprendiendo fuera del entorno de la clase.
En la entrada anterior os mostré cómo quedó mi primer vídeo gracias a EdPuzzle, una de las herramientas más conocidas y utilizadas para este fin.  No es la única, ni mucho menos, ya que otras como TED-Ed, la aplicación desarrollada por TED, no le va a la zaga en cuanto a popularidad y utilidad.  En ella se pueden añadir, por ejemplo, artículos para debatir, tareas para realizar en grupo, y por supuesto, preguntas de control.
Playposit o Teachem serían otras opciones que se podrían utilizar.  Pero voy a plantear otra que, de momento y a pesar de su potencial, ha pasado más desapercibida en estos menesteres. 
Se trata de H5P, especialmente diseñado para WordPress, Drupal y Moodle.  En los vídeos interactivos desarrollados con esta herramienta pueden añadirse preguntas de respuesta múltiple, con una o más respuestas correctas, de respuestas libres, de rellenar huecos, arrastrar las respuestas, subrayar... y añadir imágenes, tablas, etiquetas o enlaces.  Además, se puede configurar para que, en función de las respuestas dadas, el vídeo avance (o retroceda) hasta una posición concreta.
Aún más: cartas con dos caras (útiles para aprender idiomas, por ejemplo), videochat, gráficos, collages, juegos de memoria, timeline o presentaciones son otras funcionalidades que nos ofrece esta web.  Además, permite incluir los derechos de uso del material utilizado. 
Dispone de un completo tutorial para aprender a manejarlo (en inglés), y aquí tienes un vídeo de muestra:

Algunas de las utilidades anteriores también se pueden conseguir con YouTube.  La mayoría de los usuarios desconocen las posibilidades que ofrece, pero que bien usadas permiten generar vídeos interactivos que perfectamente encajan con las necesidades docentes.  ¿Cómo hacerlo?  Con notas, que pueden incluir no solo información sino enlaces a otras páginas web que queramos que los alumnos visiten mientras visualizan el contenido.
Desde luego, con tanta variedad, la excusa de no encontrar nada que se ajuste a tus necesidades queda tachada de la lista.
 

Desarrollando el proyecto: vídeo con EdPuzzle

Como decía en la entrada anterior, es el momento de pasar a la acción.  Así que ahí que nos ponemos manos a la obra.
De las dos opciones que me planteaba para desarrollar mi primer proyecto de Flipped Classroom me he decantado por el correspondiente al módulo de FOL.  Y más concretamente, dentro de esa primera unidad didáctica de la que hablaba, el último de los apartados: conocer los derechos y deberes tanto de trabajadores como de los empresarios.
Así, el proyecto continuaría con el tema que habría comenzado con un repaso histórico de la evolución de las relaciones laborales, destacando los principales hitos a través de una línea de tiempo.  También se habrán analizado las fuentes del Derecho y los principales tipos de normas existentes en España, para delimitar el concepto de trabajo regulado por el Estatuto de los Trabajadores; esta parte podría plasmarse con una infografía.
Y aquí es donde comenzará la tarea.  Lo primero, centrar el tema, dando a conocer a los alumnos los conceptos teóricos necesarios.
Para ello, he elaborado un vídeo con estos contenidos, de 5 minutos de duración, a partir de imágenes y vídeos con licencia Creative Commons (todos ellos pueden ser compartidos libremente, sin necesidad de ser citado su origen, aunque en el vídeo viene indicado) y de varias animaciones que he creado específicamente para la ocasión con las herramientas Prezi, PowToon y ChalkMotion (permiten dar cierta animación y colorido a la presentación, más allá de una mera redacción de texto sin más).
Este vídeo, al que lógicamente se le ha añadido audio, ha sido enriquecido con preguntas utilizando la web EdPuzzle.  Así se puede perseguir un doble objetivo, por un lado verificar que los alumnos visionan el contenido completo (el panel de control permite obtener esa información si los alumnos acceden con su cuenta de usuario) y por otro guarda el resultado de las preguntas, con lo que el profesor puede saber el grado de comprensión por parte de los estudiantes acerca de lo expuesto en el vídeo.
La herramienta EdPuzzle permite insertar preguntas tanto de tipo test como de respuesta libre, y en el primer caso con una o varias respuestas correctas y tantas opciones como se desee.  Además, se puede utilizar un vídeo elaborado por el propio profesor o cualquiera que esté disponible en una gran cantidad de plataformas de alojamiento de vídeos (como YouTube, Vímeo o TED, por ejemplo) y que podemos editar y recortar a nuestro gusto.
En fin, que después de maquetar mi vídeo con PowerDirector (si no conocéis este programa de edición os aconsejo que le echéis un vistazo, pues tiene varias funcionalidades muy útiles como, por ejemplo, superponer vídeos entre sí jugando con su tamaño), este fue el resultado.  Podéis jugar si queréis, contestando las preguntas (no hace falta que os registréis, el enlace es público) a ver si os han quedado claros los conceptos que explico en él.

Bueno, si os ha gustado EdPuzzle, en este enlace podéis encontrar un artículo de la web AulaPlaneta en el que explica cómo trabajar con él.